«Justo cuando íbamos a imprimir el programa, una vez que todo estaba listo, el estado de emergencia nos obligó a detener nuestra vida personal y profesional. Se solicitó prudencia, dado que el festival se celebra habitualmente en mayo en Segovia y se exporta a diferentes ciudades españolas de abril a junio. Por ello, hemos decidido posponer el festival del 22 al 27 de septiembre de 2020«, explica Marián Palma, directora del festival, que desde el inicio de la crisis ha estado trabajando con su equipo para encontrar soluciones que permitan mantener el aplazamiento de las 35 compañías de 14 países diferentes que estaban inicialmente programadas. También fue necesario dialogar con los patrocinadores del festival, especialmente el Ayuntamiento de Segovia y la Fundación Siglo de la Junta de Castilla y León.
La 34ª edición de Titirimundi se celebró del 12 al 17 de mayo en Segovia, con una presentación oficial el 3 de abril. Se ha pospuesto al 22-27 de septiembre de 2020 (a reserva de las condiciones sanitarias vigentes).
«Deshacer para volver a hacer».
Así es como Marián Palma describe esta edición nº 34. No es fácil saber si las compañías estarán disponibles, si la situación sanitaria permitirá una programación internacional y si los sitios previstos para un festival de esta magnitud en Segovia serán accesibles. El equipo del festival prepara cada edición con un año de adelanto, a partir de junio. «Este año, de hecho, íbamos con bastante anticipación y todo estaba preparado desde hace unos meses«, explica Marián Palma, que ha conseguido aplazar a buena parte de las compañías inicialmente contratadas y mantener los escenarios elegidos, con la ayuda del Ayuntamiento de Segovia, para un festival de esta dimensión e importancia internacional. «Las compañías tuvieron una reacción muy buena y veloz. La profesión de titiritero se caracteriza sobre todo por la buena voluntad y el apoyo mutuo. Estamos unidos a los artistas que han expresado su deseo de venir a Titirimundi, aunque sea el año que viene, si no es posible de otra manera«, añade.
Gracias al apoyo de la Dirección Regional, el festival puede recorrer 50 ciudades de la provincia en septiembre. El equipo también está trabajando para realizar una gira por 14 ciudades españolas. Así, se mantiene al menos el 50% de las acciones, así como los workshops que son parte integrante del festival. Las acciones culturales del programa se dirigen a públicos que no pueden acudir a los lugares habituales de programación: hospitales, residencias de ancianos, cárceles, centros de discapacitados psíquicos y físicos, etc.
«Y luego veremos qué pasa en septiembre. Si hay algo que defendemos, entre los que estamos cercanos a los titiriteros, es que el arte y la vida van juntos, que apenas existe uno sin el otro, y que no podemos controlar nada en estos tiempos de incertidumbre. Así que tenemos que adaptarnos lo mejor posible«, explica Palma, refiriéndose a la frase que Julio Michel, el fundador del festival, conocía bien: vivir en el presente.
Más información en: https://www.titirimundi.es//
